La remodelación del centro de Pichilemu

La empresa constructora encargada de los trabajos de remodelación en la avenida Costanera y calle Aníbal Pinto, en Pichilemu, no ha dado el ancho. No terminará los trabajos prontamente. Al menos, no antes de unas cuantas semanas más.

Las obras se realizan de forma lentísima. Pocos trabajadores para una obra tan grande. \»Tenemos hasta mayo\», dirán los contratistas. \»Son los costos del progreso\», dicen las autoridades…

Desde su comienzo, las obras se han realizado de manera desordenada. Hoyos por allá, fierros por acá. Poca señalización para evitar accidentes. Hace unos días solamente una persona fue atropellada, ya que el paso de cebra estaba sin pintar. ¿Qué pasará cuando ocurran accidentes graves en el sector? ¿Quién se hará responsable?

No hay que olvidar también el daño económico a los comerciantes locales, que se han visto afectados de sobremanera con estas obras realizadas con el slogan de modernidad y un manoseado progreso.

Cabe preguntarse, ¿dónde está el SERVIU? Más que seguro que cuando la \»obra de progreso\» esté lista, vendrán a cortar la cinta inaugural, se tomarán mil fotos, manosearán una vez más la palabra \»progreso\» para justificar su actuar. Y ahora, cuando los necesitan, ¿dónde están para fiscalizar?

Preguntas sin responder, y que dificilmente responderán quienes deberían contestarlas, pero sin duda, es necesario dejar la inquietud y el sentir de muchos pichileminos que se han visto vilipendiados con este \»paso a la modernidad\».